Voy mareándome entre volutas de humo y anuncios tintineantes. Doy la vuelta sobre mi mismo, bailo y rebailo, revisitando momentos desde otra perspectiva, de la cual me apropio mientras se me escapa. Son los tiempos que corren y aunque no me veo, entiendo que sigo los términos del tiempo corriendo. Así los objetos parpadean a mi alrededor. Desde el objeto pulsación al objeto horizonte. Me rindo a confrontar miradas, elucidando palomitas en eternas sesiones de cine. Once upon a time in the west mi Deus e o Diabo na Terra do Sol bailando con los lobos ha visto al ultimo de los mohicanos perdido en Nueva York que no es lugar para viejos… es decir… cosas de la edad 😉