En aquel momento me parecía entre controvertido y curioso llevar un billete de dólar en el bolsillo.

La parte controvertida era la que me decía que por un lado aquel billete representaba lo más moderno en términos de como afrontar la vida en cuanto a emprendimiento. Por otro lado me parecía representar toda la inconsciencia de una sociedad que fundamenta su éxito en la práctica de convertir valores en precios.

Ha pasado mucho desde que llevo este billete. Han caído muros dentro y fuera de mí. Y ahora, que su valor decae considerablemente, me doy cuenta que lo llevo con la curiosidad de un niño que cree llevar algo importante en el bolsillo.

Es el recordatorio de una época y de un paradigma. Un símbolo del pasado.

¿Y a ti que te parece?